Influencia de la cultura de los padres en la alimentación de sus hijos.

– Marina Muñoz Cervera –

Una interesante noticia publicada el 5 de abril por Diario Salud.net nos cuenta la conclusión de un estudio llevado a cabo sobre un total 14.426 niños de 2 a 9 años de edad procedentes de 8 países europeos ( Italia, Estonia, Chipre, Bélgica, Suecia, Hungría, Alemania y España) (1).

Los resultados  publicados en la revista Public Health Nutrition el 16 de marzo de 2013, confirman que los padres con menos estudios dan a sus hijos alimentos ricos en azúcares y grasas más frecuentemente que los que poseen un nivel educativo superior, que alimentan a sus niños con más productos de alta calidad nutricional, como verduras, frutas, pasta, arroz y pan integral (1).

El trabajo titulado: Parental education and frequency of food consumption in European children: the IDEFICS study ha sido difundido por varios medios de comunicación, entre ellos por la Web Cambridge University Press, dirección a la que conduce el anterior enlace (2), así como por la Biblioteca Facultad de Ciencias Médicas (3).

El objetivo del estudio fue encontrar una relación entre el nivel educativo de los padres y la frecuencia de consumo de alimentos relacionados con la obesidad en los niños (2).

Para los autores, los resultados obtenidos implican un mayor riesgo de desarrollar obesidad en los niños de las clases sociales más desfavorecidas culturalmente(1).

La infancia -de los dos a los catorce años- es un periodo de crecimiento en el que aumentan las exigencias de energía y nutrientes. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud alerta de la importancia de controlar la alimentación de los más pequeños, puesto que alrededor de 40 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso en 2010.
En realidad, las recomendaciones para los niños mayores de dos años no son muy diferentes de las que se aplican a los adultos. Se deben incluir en su dieta cereales, frutas y verduras, productos lácteos, carnes magras, pescado, aves, huevos y frutos secos (1).

Me parece muy importante la noticia porque a veces es complicado para los padres tener conciencia de que los niños llegan a ser adultos, y en muchas ocasiones por no planificar de forma adecuada su alimentación, se les da de comer lo que ellos mismos escogen todos los días. El niño tiende a imitar a otros niños y a los adultos, si les ofrecemos un panorama alimenticio saludable (fruta y verdura variada, pescado, carnes sin grasa, leche, cereales, etc.), ellos se inclinarán en ese sentido; sin embargo, si nuestra oferta solo incluye golosinas, refrescos, leches chocolatadas cargadas de grasas saturadas, bollería industrial, etc. se habituarán a ese tipo de comida  y por desgracia llegarán a ser adultos, pero con patologías severas. En nuestra mano está decidir su futuro.

Enlaces relacionados:

La crucial importancia de los padres en la prevención temprana de la obesidad infantil.

Fuentes:

(1) Diario Salud.net. «Si mamá ha estudiado, su hijo come menos grasas». 5 de abril de 2013.
http://www.diariosalud.net/index.php?option=com_content&task=view&id=25429&Itemid=413

(2) Cambridge Journals. Cambridge University Press.Epidemiology. «Parental education and frequency of food consumption in European children: the IDEFICS study».
http://journals.cambridge.org/action/displayAbstract?fromPage=online&aid=8823586&fulltextType=RA&fileId=S136898001200290X

(3) Biblioteca Facultad de Ciencias Médicas. «Alimentación Infantil». 28 de marzo de 2013.
http://bibliotecafcm.blogspot.com/2013/03/alimentacion-infantil-en-el-estudio-han.html

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